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16 febrero 2016

GARMIN FORERUNNER 225

He vuelto a Garmin, tras la mala experiencia con Polar. El RC3GPS de la marca finesa, al final no ha cumplido el trabajo encomendado y su vida útil no ha llegado a los dos años y medio, bastante poco para un aparato de estas características. Había opción de arreglarlo, pero por un buen puñado de euros más he optado por evolucionar hacia el Garmin Forerunner 225, uno de los últimos modelos de la marca estadounidense, perteneciente a la misma familia del mítico Forer 315, que tan buenas prestaciones me ofreció.
Como decía, éste está mucho más evolucionado, nada que ver con el 315, si bien se basa en su mismo comportamiento y eficacia sobre todo con relación a los satélites: pantalla redonda, a color y más grande y una serie de innovaciones fundamentales, siendo, quizá, la principal la inclusión del pulsómetro en la muñeca, tal y como se puede apreciar en la fotografía. El mecanismo pertenece a la especializada marca MIO, utilizando dos luces led de color verde, las cuales cumplen la función de ir tomando el pulso en la muñeca, que es una forma tradicional que siempre hemos tenido de tomarlo. 



De esa manera, prescindimos de cinta en el pecho que, aunque no era demasiado farragoso dado el buen material que tenían las últimas generaciones de pulsómetros, sí que era algo farragoso y cierta molestia para el corredor. Es posible que la toma de datos del ritmo cardíaco de las cintas sea más precisa, pero eso es importante en corredores de élite profesionales, pero no tanto para, nosotros, los aficionados; no obstante, he podido acceder a gráficas comparativas entre ambos sistema de toma de datos y no hay apenas diferencia. Las líneas de medición iniciales son un poco divergentes, pero convergen hasta solaparse al poco tiempo de la medición.
Poco más puedo decir de este aparato porque me llegó ayer y aún no he rodado con él. Sin embargo, lo que he visto hasta ahora me convence y su peso, tacto y correa demuestran que es un aparato muy evolucionado. Otro aspecto que hizo aguas en el modelo POLAR que he tenido hasta ahora es el da la carga a través de mini USB. Siempre dio problemas y finalmente acabó siendo su tumba. En Garmin lo han solucionado con un dispositivo de carga tipo pinza, el cual atrapa suavemente el reloj y lo carga con rapidez, conectándolo al ordenador o bien a una toma de corriente con el consiguiente adaptador de red.
Aún no conozco el track, pero todo el mundo comenta que es uno de los más completos del mercado.
En fin, todo parece interesante y así lo atestiguan las rewiew a las que he podido acceder. Ahora tan sólo falta probarlo e ir contando.

06 enero 2015

ASICS CUMULUS 15 LITE-SHOW

No lo recuerdo con exactitud, pero creo que las primeras -y únicas hasta ahora- Asics Cumulus que tuve andaban por la versión siete. Y si, por lo general, el fabricante japonés saca un modelo cada año, desde aquéllas hasta éstas han transcurrido ocho versiones. 
Porque las Cumulus que acabo de adquirir son la versión quince, si bien acaban de fabricar la versión dieciséis. Fuere como fuere lo importante es que Asics acertó de lleno con este modelo que, en mi modesta opinión, es quizá el más dinámico para rodar a diversas velocidades, acumulando -de ahí su nombre- muchos kilómetros, sin que pierdan sus iniciales propiedades.
Porque las propiedades de las que goza este modelo no son un secreto para nadie. Nacidas a la sombra de las Nimbus y de las Kayano, las Cumulus fueron adquiriendo fama en el sector de manera rápida y efectiva, toda vez que pocos corredores que hayan rodado con ellas han comentado nada en contra. Podría ocurrir -ocurre con todos los modelos- que determinados corredores no las consideren adecuadas para su forma de correr, sobre todo si no son neutros, pero la unanimidad a favor de este modelo suele ser universal, cosa que no ocurre con todas las marcas y/o modelos.
Y esa unanimidad favorable hizo que su precio fuera subiendo. He ahí la mala noticia. Cuando yo las adquirí, hará unos ocho años-, su precio era muy atractivo con relación a otros modelos de similares prestaciones pero, como suele ocurrir con todos los artículos que gozan de mucha demanda, el precio se acabo equiparando casi al de los modelos consagrados de la marca japonesa. 
Y como yo me quedé con ese recuerdo de su buen precio, hasta ahora no me he lanzado a adquirir otro par y no por falta de ganas, lo admito. Me ocurre como nos ocurre a todos los corredores: aplazas la compra hasta encontrar alguna oferta ventajosa, que suele estar casi siempre fuera de España, si bien ya hay comercios -on line, sobre todo- en nuestro país que ofrecen ofertas atractivas.
 Por suerte ese especie de tabú se ha roto en esta compra, con la suerte añadida de encontrar un color a mi gusto -ya he dicho en varias ocasiones que me gustan los colores llamativos de las zapas-, si bien no sólo por el color llamativo sino por sus virtudes para correr en la oscuridad, que es algo a lo que tengo que recurrir, principalmente en invierno. Pues bien, aquí están las nuevas guerreras, y aunque ya llevan en su caja algunas semanas, ahí permanecen,  esperando a que yo me recupere para comenzar a 'acumular' kilómetros. Ardo por hacerlo. 

       

28 diciembre 2014

CORRER CON MÚSICA SIN ENGORROS

Hubo una época en la que me costaba salir a correr sin música. Era un hábito como otro cualquiera. Subir cuestas, enfilar rectas, programar distancias...todo me era más fácil si llevaba música. Eso sí, no me conformaba con cualquier sonido sino que hacía una esmerada selección de los grupos que quería me acompañaran: Judas Priest, Haggard, Helloween, Metallica, Mago de Oz, Tierra Santa, Avalanch, Therion, Iron Maiden...tenía un amplio repertorio de metal para correr. 
Y luego eso me dejó de interesar. Sencillamente. Prefería escuchar mi respiración, mis pasos y el silencio de la naturaleza. Además, existía todo un afanoso mecanismo logístico que tenía que asumir y no siempre iba con tiempo: el Ipod, el brazalete para el Ipod y los auriculares. Y si olvidaba alguna de estas tres cosas, sencillamente, no podía escuchar música. Eso influyó de manera poderosa para correr sin música, he de admitir.
Sigue gustándome correr sin música, pero he de reconocer que en determinados recorridos no me vendría mal llevarla, me dije, pero sin pasar de nuevo por esa azarosa logística. Así que hace poco me di una vuelta por Internet para ver si habían sacado productos novedosos que evitaran todo ese engorro de brazaletes, Ipod y auriculares y me encontré con esto de Sony:      


Y como había un regalo pendiente, probé a ver si caía. Y ha resultado. 
Es un mp3 de Sony integrado con 4 gb de capacidad, sin necesidad de cables -que era lo que buscaba-. Además, es un producto con el que se puede nadar. No es mi caso, pero nunca se sabe.
Aún no he corrido con él porque me estoy reservando de unas molestias, pero lógicamente ya lo he probado y suena de maravilla. Posee un sistema de auricular cerrado, lo que equivale a aislar del ruido exterior y posee una potente pegada, con buenos graves y  una excelente concepción del sonido. Impresiona además, lo intuitivo de su funcionamiento y carga de música desde el ordenador. Basta con copiar en su carpeta musical los grupos que quieres escuchar y listo, sin necesidad de engorrosos programas. El propio se instala de manera automática gracias a su efectivo plug&play.   
El mecanismo de sujeción a contorno de cuelo es muy avanzado al contar con un material muy flexible y moldeable. Posee, además, una tira de sujeción para adaptarla a la parte exterior de la cabeza y viene con cuatro juegos de adaptadores de los auriculares, pensados para los distintos tamaños de el pabellón auditivo. Además, cuenta con los formatos más usados de archivo musical (MP3, WMA, LPCM, LC-AAC), para que no exista inconveniente en escuchar cualquier tipo de música sin importar el formato en el venga, ya que el aparato se encarga de convertirla, para que se pueda disfrutar de la música deseado a lo largo de sus ocho horas que es tiempo que dura cada carga de batería de litio. Con él podrás escuchar un álbum completo del grupo o interprete deseado o temas aleatorios de distintos interpretes de manera aleatoria, ya que existen las dos opciones.   
 Hay que decir que no es un producto barato por lo que si os parece interesante, antes de adquirirlo, conviene no guiarse por la emoción ni por las prisas, ya que hay mucha diferencia de precios en la red. Aconsejo que no se tenga miedo -con las precauciones necesarias- 'saltar' a tiendas on-line de fuera de España (principalmente de la UE, ya que no cobran aranceles), ya que hay precios realmente atractivos, de hecho yo he pagado por él 32€ menos que el precio propuesto para el producto en la página de Sony y para que pudiera ahorrarme esa cantidad he comprado en una tienda de fuera de España. (Siempre me pregunto por qué son tan caros los productos en España. Se supone que si no somos competitivos poco podemos crecer.)
En definitiva. un producto perfecto para hacer deporte con música, con sonido de calidad, y que sólo tardas en colocarte con perfecta sujeción en unos segundos, que era el inconveniente que arrastraban este tipo de aparatos.

10 noviembre 2014

PROBANDO EL FRONTAL DE PECHO 'RUN LIGHT'

Quería más luz para cuando se me hiciera de noche corriendo; o sencillamente para cuando saliera a correr en plena oscuridad. Mucho más en estos días, que el manto oscuro cae enseguida. Y para probarlo el frontal, nada mejor que salir a correr en noche cerrada, a las nueve de la noche, y por caminos oscuros de la Vega, alejados de casas u otros elementos con luz artificial. 
Para tal fin, salí a correr el pasado jueves y elegí una ruta conocida en algún lugar de la Vega, en la confluencia de los términos municipales de Santafé, Pinos Puente y Fuente Vaqueros, una ruta de nueve kilómetros. La noche era algo fría -unos ocho grados-, pero muy plácida y sin pizca de aire. O sea, se podía correr muy bien. Tan sólo faltaría que el frontal 'Run Light', diera el buen nivel que de él se destacaba. 
Días anteriores había comentado por aquí que lo veía un poco armatoste para instalar en el pecho al disponer de la obvia luz delantera  y un piloto rojo trasero en la espalda. Es importante colocarlo bien, por lo que es conveniente ensañar un poco cómo hacerlo hasta que nos acostumbremos, principalmente, para gente como yo, que sea un poco torpe para colocarse cosas en el cuerpo.
Pero puestos a hacerlo no es tan difícil. Su estructura es como si se tratara de un triángulo. Una parte se echa por uno de los hombros, como si se tratara de una bandolera que nos colocáramos cruzada, asegurándonos de que el frontal quede en su posición correcta en el pecho y el piloto en la espalda. Advierto, que será muy difícil que las cintas o arneses queden completamente en la posición correcta. Todo lo contrario, se doblarán, pero eso no es preocupante ya que se trata de una tela muy fina y de tan sólo dos centímetros de anchura, por lo que no molestará en el cuerpo aunque se doblen -que lo harán-. Es importante que el cable que comunica ambas luces no se enrede. Para tal fin dispone de un pasador de sujeción a la altura del hombro aproximadamente. 
Una vez llevada la acción de echar una parte de arnés por uno de los hombros y asegurados ya que las luces están en su sitio, abrochamos de lado a lado, de manera que nos abrace todo el contorno de la zona de nuestro cuerpo, entre el pecho y la cintura. Una vez firme, ya está colocado. Tan sólo queda apretar los pasadores más o menos, en función de lo que necesitemos. Parece toda esta tarea complicada pero no lo es. Lo más importante viene a continuación. Lo primero: la comodidad en llevarlo. Lo segundo: la luminosidad. 

En cuanto al primer aspecto, la comodidad, hay que darle una nota alta, ya que se porta sin apenas notarlo. Es algo que a priori no lo parece, dado el aparataje del aparato, pero una vez puesto es muy cómodo y no pesa nada. Además, se sujeta muy bien al cuerpo, por lo que cuando iniciamos la carrera, no se moverá en absoluto. Irá de una pieza en el pecho y espalda. Es más, tuve la sensación de sentir más comodidad que con el frontal de cabeza. 

En cuanto al segundo aspecto, el más importante de todos, el de la luminosidad, hay que decir que ésta es fantástica. Cuenta con dos intensidades y ambas son más que suficientes para correr en oscuridad. Lógicamente, si la noche es oscura, iremos más seguros con la posición superior, pero me ocurrió que durante mucho tiempo estuve corriendo con la inferior, sin saberlo, y esta luz fue más que suficiente. Irradia una luz blanca muy intensa, siendo su campo de influencia muy amplio y, lo que es más importante, una luz mucho más centrada en el suelo al estar más cerca de él.
Al principio nos parecerá extraño que el movimiento de la luz oscile a izquierda y derecha, algo que no ocurre con el frontal de cabeza. Se debe a que mientras en carrera, la cabeza va erguida y sin movimiento, el tronco sí oscila. Pero es algo a lo que te acostumbras rápidamente. Es más, ayuda a 'rastrear' zonas más oscuras sin que tengamos que girar la cabeza, o bien, evitar la luz si volvemos o giramos la misma involuntariamente. 
La luz trasera, como decía, es roja -igual que la de los pilotos traseros de  los vehículos- y es intermitente, similar a los dispositivos que vemos en ciclistas. Eso permitirá ser vistos por atrás sin problema alguno, que es algo de lo que no todos los dispositivos frontales de cabeza disponen. 

En conclusión, hay que decir que posee ventajas y desventajas. En mi sincera opinión, son más las ventajas que las desventajas. Pero no quisiera hacer una analítica comparativa, entre éste y el de cabeza, toda vez que se trata de productos distintos y cada cual tiene sus defectos y sus virtudes. 

Entre las ventajas está que: 1) No encontraremos ningún frontal de cabeza con ese nivel de lumens por ese precio; 2) Es fácil de llevar al no pesar nada; 3) No se mueve una vez bien instalado; 4) La ventaja de que se vea mejor el suelo, al estar la luz más cerca del mismo; 5) Deja libre la cabeza, que es algo que para mucha gente es molesto; 6) Se puede poner encima de cualquier tejido técnico; 7) No tendremos que ir presenciando delante de nuestros ojos la procesión de mosquitos y otros insectos atraídos por el foco -sobre todo en verano-. 8) Podremos llevarlo desde antes que anochezca -sabiendo que se nos hará de noche después-, sin que moleste en absoluto.

Entre las desventajas está que: 1) Es más complicado de instalar, sobre todo al principio; 2) Puede dar sensación de ir algo atado, pero es más una sensación que una realidad -a mí no me ocurrió-. Y si ocurre, con toda seguridad esa sensación pasará con el uso, algo similar -en otro orden- a lo que ocurría con las primeras perneras en los gemelos, por poner un mal ejemplo. 
Pero fuera de todo esto, lo importante es que la marca de running de Decathlon ha acertado con este dispositivo, que no siendo perfecto y manifiestamente mejorable, es muy fácil de llevar y da una luz fantástica de noche. 

27 octubre 2014

FRONTAL DE PECHO 'RUN LIGHT'


Un comentarista anónimo, al leer que no me vendría algo más de luz para correr de noche -a pesar de que mi frontal Petzl de gama baja va de escándalo para lo que costó-, me sugirió el Run Light de la marcha de Decathlon, Kalenjí, que ofrece hasta 250 lumens, o sea, un coche, como con ironía me comentó el empleado de la tienda de Granada cuando me lo vendía. 

Encontré curioso que no estuviera en la sección de frontales, sino en la de artículos de runners. 
He visto vídeos, he leído opiniones y comentarios y todo el mundo habla maravillas de este aparato, que se coloca en el pecho por medio de arneses. Además, también lleva luz roja en la espalda que es algo que me ha convencido aún más para adquirirlo. No es un producto barato, pero me atrevería a decir que tampoco demasiado caro para la cantidad de lumens que ofrece.
Resulta que he comprendido que con uno de estos aparatos se sacan horas que uno creía perdidas para correr, sobre todo cuando el cambio de hora -en la madrugada del sábado al domingo- sea efectiva. De ahí que comprendiera también, que una vez conocida la gama baja de frontales de frente, fuera necesario optar por una gama superior, mucho más específico para running, aunque también lo será para montaña. 
En las últimas salidas, cuando el cielo estaba más oscuro -algo que es más normal en otoño-invierno-, he comprobado que un pelín más de luz no vendría nada mal, sobre todo para los baches de los caminos, ya que yo por la noche corro por caminos de la Vega. Espero que este aparato ofrezca la solución que busco. De no hacerlo, siempre habrá opción de cambiar por otro que dé el nivel.  
Sólo falta probarlo. Lo contaré cuando lo haga, pero puedo anticipar que, por lo pronto, no me parece fácil ni rápido de colocar, aunque también diré en mi propio desdoro que siempre he sido muy torpe para estas cuestiones, como siempre he demostrado cuando he intentado colocarme una mochila, arneses o algo parecido, pero aún así creo que puede merecer mucho la pena, toda vez que no hay nada en el mercado que dé 250 lumens por ese precio.         

01 octubre 2014

TÉCNICAS PARA ALEJAR LA RUTINA Y OTRAS COSAS DEL CORRER

   El último entrenamiento del mes de septiembre ha servido para volver a coger el frontal, además de para hacer diez kilómetros y medio excelentes. En pocas ocasiones había encontrado tan plácida la Vega: el sol poniéndose, nada de calor, nada de frío, nada de aire, casi nadie de gente, ni de vehículos. Mirabas para atrás y veías el largo camino solitario y ya casi oscuro, levemente regado aún de la lluvia caída los días anteriores. E intentabas imaginarte a ti mismo corriendo (a esa retroalimentación llegamos a veces los corredores), incluso a vista de pájaro y las plácidas sensaciones eran más especiales.
   Devorando kilómetros con facilidad. Adentrándome en caminos estrechos que provocaban que la visión cambiara. Si el camino viraba al norte, el sur lo veías frente a ti; pero si el camino viraba al este, perdías de vista el sur de manera momentánea. Ha sido gozoso. Y nuevo. 
 
Cruce Carretera de Tiena-Olivares. Al fondo, el histórico Cerro de
Los Infantes. Comienzo de ruta de entreno del sábado (Foto de J.A. Flores)  
 Últimamente utilizo con frecuencia una técnica, que no es nueva. Resulta que a estas alturas casi conozco todos los tramos de un área concreta, pero si esos tramos los altero, los uno de forma distinta, el resultado es un recorrido nuevo. En ocasiones, incluso, dejo el coche en un lugar determinado de la ruta y la recorro a la inversa o recorro un trozo y lo uno con otro. Por ejemplo, el pasado sábado corrí por una ruta que en un momento volvía a pasar de nuevo por el sitio donde estaba aparcado el coche. Y esos cambios que parecen insignificantes, en realidad no lo son. Te alejan de la rutina, que es la esencia de la persistencia, esa que acaba por devorarlo todo. Cuando sueles correr solo, has de utilizar estas técnicas, ya que la mente necesita cambios y novedades. 
Por tanto, hay que vencer a la rutina tanto en la vida diaria y en las relaciones personales, como en asuntos tan aparentemente alejados de éstas como es correr. Esos pequeños cambios nos van a posibilitar seguir corriendo durante mucho tiempo, porque nada hay más tedioso que repetir siempre la misma ruta -o, no sé, cepillarse con el mismo cepillo los dientes-, a pesar de que nos ofrezca ciertas ventajas en cuanto al conocimiento milimétrico del terreno.   

CON EL FRONTAL EN LA MOCHILA

Decía que hoy he vuelto al frontal. El sol se pone cada vez antes y es fácil que nos coja el manto de la noche en mitad de una ruta si corres por la tarde. Por eso, desde que compré este aparato para el Trail de 'La Huella del Búho', siempre va en la mochila, junto a las gafas, los apósitos de ampollas, el protector solar, la crema calentadora...Ya forma parte de esa pequeña colección, porque nunca sabes cuando vas a tener que utilizarlo, principalmente, ya digo, en estos meses que se avecinan en los que la noche ya gana al día. 
   Para llevarlo encima, y no estorbe para correr, he encontrado una solución perfecta:  lo coloco en la frente y, simplemente, le doy la vuelta. Es decir, el foco va en la nuca y la cinta me sirve como elemento válido para que absorba el sudor de la frente y no llegue hasta los ojos. Actúa como cinta de tenista. De manera que cuando lo necesito conectar, basta con darle la vuelta. Otra opción es llevarlo en el cuello, como si fuera un collar. No es molesto porque apenas pesa unos cientos de gramos.
   Y eso es lo que he tenido que hacer hoy: darle la vuelta en los últimos dos kilómetros, básicamente, para no entrar en los charcos del camino, que aún estaban repletos de agua por la lluvia de los últimos días. De esa manera, el frontal ya es un amigo más, como el GPS, las gafas, la ropa técnica, las zapas...   

28 agosto 2014

OJOS QUE BRILLAN EN LA NOCHE

Esto del correr y sus recursos es una fuente inagotable. Podrás llevar años pateando caminos, carreteras, calles y veredas y toda esas experiencias acumuladas siempre dejará margen para otras nuevas. Nuevos dispositivos, nuevas rutas, nuevas formas de correr, nuevos retos... Quizá esa sea la razón de que este deporte cada día gane más adeptos, aunque siempre será minoría, si entendemos el correr como una actividad de dedicación constante, como algo tan integrado en tu vida que, en un sentido hipotético, si algún te dijeran que ya no vas a poder practicarla  más, aquélla perdería algo de sentido.
Y es que la experiencia de hoy ha sido única y nueva: por primera vez he corrido en campo a través por la noche.
Lógicamente, lo había hecho por la ciudad, con luz artificial de las farolas y los escaparates, pero jamás lo había hecho con esto: 


Exacto, se trata de un frontal. Sabía de su existencia por ojeadas de páginas web o revistas especializas en trail running pero jamás pensaba que acabaría teniendo uno. 
La historia surge a raíz de inscribirme en la prueba de montaña de treinta kilómetros que, si nada se tercia, correré el próximo sábado en la localidad de Colomera. 
Leí que la organización aconsejaba llevarlo y sabiendo como sé que no soy un especialista en este tipo de pruebas y que mi crono ser irá más allá de las tres horas, y resultando que la prueba sale a las seis de la tarde y que a las nueve en estas fechas ya está el sol puesto, no sería extraño que, incluso yendo todo bien, se me haga de noche en los últimos cinco o seis kilómetros. 
Y no me gustaría aparecer en la prensa al día siguiente como el corredor que se perdió en la noche cerrada en algún lugar de los Montes Orientales. Sí, eso daría para una buena entrada y es posible que para un artículo en prensa, pero prefiero apartar de mí ese cáliz.
Así que me compré este modelo de entrada, si bien avalado por una marca líder en el sector como es  la francesa Petzl. 
Y como suelo ser meticuloso a la hora de poner en práctica los artilugios que adquiero, esta tarde de miércoles he esperado a que llegara la puesta de sol y he comenzado a correr por un conocido camino de la Vega de Pinos Puente pasadas las nueve de la noche. La idea no era otra que cayera el manto negro de la noche en mitad de la ruta y poner en práctica la luz del aparato. En definitiva, probar cómo se corre por la noche con un aparato como éste en la frente. 

OJOS QUE BRILLAN EN LA NOCHE 

Con varios individuos de dos especies me he cruzado, los cuales tienen un elemento en común que desconocía: les brillan los ojos en la noche cerrada. Se trata de los siempre presentes perros y de las aves de la noche. Al principio me inquieté un poco, pero enseguida me acostumbré a ese brillo algo inquietante.
Todos sabemos que la noche tiene criaturas que no tiene el día; o bien, las mismas, pero que mutan de alguna manera. Los pájaros durante el día pasan bastante desapercibidos, por la noche no. Por su parte, a los perros abandonados, que lamentablemente hay muchos en la Vega, se les ve muy ufanos andando en grupo por las veredas y no parece que necesiten el artilugio que yo portaba en la frente. Por suerte, ambas especies han respetado el extraño paso de un individuo adosado a una luz entre azul y blanquecina. 

UNA FAMILIAR SOMBRA INQUIETANTE 

Junto a los numerosos maizales mi propia sombra, negruzca y alargada, me ha acompañado durante casi todo el trayecto. No por ser familiar deja de ser menos inquietante. Porque todo lo que se percibe en la soledad nocturna tiene algo de gótico.
Como algo de gótica es la presencia de los murciélagos. Atraídos por luz del foco se acercan o se cruzan, pero inmediatamente cuando detectan movimiento viran su trayectoria de manera dramática e increíble. Mientras devoraba kilómetros en la noche, con las únicas referencias de que sabía por donde iba por conocer de antemano la ruta, me vinieron a la mente recuerdos de las noches de verano de mi infancia, en las que atrapábamos a estos bichos con el sólo objeto de maravillarnos de su cara, que no era de pájaro sino de roedor. 

¿ME HABRÉ PERDIDO? 

Hubo un momento en que lo pensé. Tenía mis referencias claras porque conozco muy bien la zona. Pero el día es el día y la noche es la noche y son muchos los caminos que en la Vega salen a izquierda y derecha. 
Así que hubo un momento en que me asaltó la duda. Tenía la referencia de las luces de los pueblos de alrededor (Zujaira, Casanueva, Pinos Puente, Valderrubio), pero aún así la perdía, merced a unos altos álamos. Miré el GPS y calculé los kilómetros y sopesé que ya debería de estar en un punto en el que aún no estaba. Nada se veía a mi alrededor, a no ser los treinta metros aproximados que ilumina el frontal. Al poco, cuando salí de la influencia de los árboles atisbé el puente iluminado del paso de la vía del ferrocarril a la salida de Casanueva y eso me tranquilizó, a pesar de que no me había turbado en absoluto por esa hipotética desorientación. Y eso era porque me encontraba muy a gusto y feliz corriendo en la noche cerrada.

EN LA NOCHE LOS KILÓMETROS SON MUY OTROS 

Son los mismos que haces durante el día, pero al mismo tiempo muy otros. Se perciben de otra manera. Sin referencias. Algo muy similar -con las obvias diferencias- a cuando conduces de día o de noche. De día percibes en su verdadera magnitud paisajes y poblaciones; de noche el paisaje te lo tienes que imaginar y las poblaciones son contornos que construyen su iluminación artificial. 
Así, cuando corres de noche los kilómetros van pasando de otra manera, sin referencias. Es como si ignoraras por completo lo que llevas corrido y lo que queda por correr. Y si la noche es silenciosa, fresca, tranquila y tu te encuentras físicamente bien corriendo, la experiencia es única y en exclusiva vivencial. 
Cuando acabé bien pasadas las diez, aún en el coche me encontraba con la venturosa noche sobre mi cabeza. Comer la fruta que siempre como, estirar, cambiarme de ropa, beber isotónico, todo esos ritos se convierten en algo muy distinto al ejecutarlos de noche bajo el impresionante decorado de las estrellas, que en campo abierto adquieren otra dimensión.   
Algo muy parecido a cuando comienzas a correr y percibes que tu cuerpo y tu mente han llegado a ese punto en que todo es armonía. 
               


06 agosto 2013

POLAR RC3 GPS HR RED/ORANGE


Cuando los corredores, ciclistas, triatletas, duoatletas y demás espécimenes que nos perdemos por esos caminos, carreteras, montes o aguas de Dios comenzamos a preguntarnos sobre los kilómetros que llevábamos hechos o el ritmo puntual o medio al que íbamos, tan sólo unas pocas marcas comerciales nos dieron una respuesta ofreciéndonos un GPS que dieran respuesta a nuestros anhelos. Y de entre esas marcas comerciales, las menos lo tenían integrado en el mismo reloj que, además, hacían otras funciones importantes, siendo una de las principales la de controlar el ritmo cardíaco. 

Pero en pocos años estos productos han evolucionado mucho y cada vez son más las marcas prestigiosas enfocadas a la tecnología deportiva las que ofrecen productos cada vez sofisticados. 
Inicialmente, en el sector de corredores, que es el que más conozco, la principal marca que nos ha surtido de estos sofisticados aparatos ha sido Garmin que con sus excelentes productos nos han ido orientando sobre distancias y ritmos, convirtiéndose en muchos casos en un entrenador personal y un sinpar acompañante en los entrenamientos solitarios o en grupo. Se daba la circunstancia que la marca norteamericana también ofrecía en la mayoría de sus modelos, además del GPS incorporado, una banda de medición de ritmo cardíaco. 
Sin embargo, la marca señera en ese menester, la finesa Polar, tan sólo ofrecía esa función. Seguía siendo la mejor en cuanto a medición preciso del ritmo cardíaco, pero el mercado demandaba también el GPS como opción básica. Por tanto, los nórdicos incorporaron en sus nuevos modelos un receptor GPS diferenciado del reloj pulsómetro que iría engarzado en el cordón de la zapatilla básicamente. Esa opción no fue comúnmente aceptada por los corredores, que no comprendían cómo una marca tan puntera no incorporaba un GPS en el propio reloj. Pero era cuestión de tiempo.
Y ese tiempo ha llegado porque Polar ya lleva algún tiempo -no mucho- fabricando relojes pulsómetros con GPS incorporado. Y de entre los últimos modelos, quizá el más idóneo para correr y bicicleta sea el RC3 GPS HR, tanto por su tamaño, prestaciones y peso. 
No me referiré por ahora a sus ventajas y desventajas (se pueden consultar fácilmente en Internet) hasta que no lo haya probado, pero está claro que a primera vista y por lo que he leído está diseñado para que sea un compañero perfecto de entrenamiento.  Utiliza el prestigioso sistema SIRFstar IV GPS chipset de captación de GPS que el que la mayoría de las marcas prestigiosas como Garmin, Suunto u otras utilizan; y recibe un mínimo de 4 satélites de los 24 activos que orbitan alrededor de la tierra. Al parece la captación del GPS y la precisión, según opinan quienes ya lo tienen, es excelente. Además, cuenta con la ventaja adicional de más durabilidad de la batería que los modelos Garmin, si bien como es habitual en todos las marcas se trata de una batería de litio que no es reemplazable por el usuario, tal y como ocurre también en todas las marcas de móviles y en los dispositivos de Apple. Hay quien considera que se trata de una garantía de funcionamiento o bien una estratagema comercial, cada cual tiene su opinión. Sin embargo, al poseer una durabilidad mayor (12 horas con GPS de funcionamiento continúo) que Garmin su vida útil es mayor y lo importante es que cuando la batería ya esté agotada lo hayamos amortizado con creces para comprarnos otro modelo, algo que en Garmin -por lo que conozco- no siempre era así. Cuenta con la función reloj y el sistema de carga es mucho más sencillo, ya que el cable mini USB se conecta directamente en la parte trasera del reloj. Lógicamente, son innumerables sus funciones, pero las comentaré cuando me haga con ellas, si bien no soy demasiado partidario de utilizar en los aparatos de cualquier tipo más funciones que las básicas, es decir, las que suela utilizar en el día a día. Siempre he sido de la opinión que un aparato es más durable si nos abstenemos de exprimirlo al cien por cien. También fue básico para decantarme por él que pudiera -al igual que ocurría con el Forerunner 305- descargar las rutas en Google Earth. De hecho Polar dispone de un software propio descargable gratuitamente de la página web de la marca.       
Existen tres colores de este modelo: el negro, el red/orange, o la edición especial del 100 Tour de France que es amarillo (todos tienen la pantalla negra), el color está previsto sólo para carcasa del reloj y correa. Los tres ofrecen las mismas prestaciones y el precio es similar ( el más económico siempre es el negro, si bien hay muchas diferencias de precio entre los comercios que operan en la red). Además, existe la opción de adquirirlo con la cinta cardíaca - HR- H3 o sin ella, si bien es aconsejable adquirirlo con cinta -la pila es reemplazable-  ya que el sistema de precisión de Polar es único y si posteriormente se decide comprar por separado siempre será más cara. 
Yo me he decantado por el red/orange, un pelín más caro que el negro pero, en mi opinión, estéticamente más bonito y, particularmente, para correr siempre me han gustado los colores vivos (ser hortera es lo que tiene).  

ACTUALIZACIÓN A 15/2/2014: 

Por primera vez, el GPS del RC3 no ha conseguido coger las señales de los satélites. Supongo que habrá sido algo puntual. Probaré mañana.

 ACTUALIZACIÓN A 17/2/2014: 

Gracias a las indicaciones del Servicio Técnico de Polar, con unas sencillas instrucciones he podido sintonizar las señales de los satélites. No esperaba menos de esta prestigiosa marca. 

ACTUALIZACIÓN A 22/2/2014: 

He podido comprobar en ruta la efectividad de la solución dada por el Servicio Técnico de Polar. El GPS ha conectado perfectamente con los satélites y ha hecho una estupenda medición, como siempre. Una razón más para confiar en una marca líder.

ACTUALIZACIÓN A 27/11/2015

Finalmente los problemas que venía arrastrando en cuanto a la conexión mini USB para cargarlo tanto a la red como al ordenador, que también es la posibilidad que tenía de descargar los entrenos al track de Polar,  se han cumplido. Es decir, ya no es posible cargar el aparato y mucho menos descargar los datos. Sencillamente, no funciona. Puesto en servicio con el servicio técnico de POLAR, me comentan que cuesta 96 € arreglarlo porque ya ha cumplido la garantía (cumplió en agosto). Están en su derecho, pero no me han dado opción alguna; o eso o tirarlo.
Por tanto, mi valoración a día de hoy acerca de este dispositivo no es positiva. No ha habido una armonía total desde que lo compré. La carga siempre ha dado problemas, en cuanto a la conexión al PC o red eléctrica; además, en cuanto a captación de los satélites, en muchas ocasiones he debido comenzar una carrera sin el GPS activado, dado lo que en ocasiones tarda en coger la señal. En otras ocasiones, sencillamente ha sido imposible y he tenido que optar por reiniciar el aparato. Sumado a eso, como ya he comentado con anterioridad, la pantalla se ve realmente mal, sobre todo cuando hay poca luz natural; si optas por la artificial, hay que decir que tampoco mejora, ya que la ofrece el aparato es muy pobre.
Esos aspectos hacen que no haya sido una opción demasiado ventajosa. Mucho tendrá que mejorar POLAR para competir con otras marcas más especializadas. No obstante, si hacemos abstracción de lo que comento -que es difícil, ya que se trata de cuestiones básicas- el reloj ha cumplido en ocasiones.
La opción que barajo es: o arreglarlo, gastándome 96 € más gastos de envío; o buscar en el mercado. Si elijo esta segunda opción, seguramente no elegiré POLAR. Volveré a Garmin o probaré con Tom Tom u otras marcas que no haya tenido.

ACTUALIZACIÓN A 7/2/2016

Definitivamente, he dado por perdido este GPS de Polar. Imposible cargar. Puesto en contacto con el Servicio Técnico en España de la marca finesa, me dicen que al haber acabado la garantía, la solución pasa por gastar casi 100 € -con gastos de envío incluidos-, en el arreglo. Les comento que el aparato está arrastrando problemas casi desde que lo compró en agosto de 2013, pero pasan. Así que no volveré  a comprar un producto de POLAR, por ahora. Sólo cuento mi experiencia. A mí me ha ido mal en lineas generales con esta marca.
Mi consejo antes de adquirirlo: leer el máximo de comentarios posibles, pero ha de mejorar mucho en cuanto a la rapidez en la conexión del satélite, en el sistema de carga y en la casi nula visibilidad nocturna.  

05 agosto 2013

TODO TIENE SU CICLO

Hace poco tiempo, una buena mañana de sábado entrenaba plácidamente. La mañana era bonita en la Vega, iba muy cómodo y me gustaba el ritmo que llevaba, más que nada por las sensaciones, así que hice un pequeño calculo sobre los kilómetros que podía llevar recorridos. Acababa de atravesar la pedanía santaferina de Pedro Ruíz y me dirigía a Fuente Vaqueros. Entonces fue cuando consulté el Forerunner y comprobé con estupor que la pantalla se había apagado. Me extrañó porque aunque en ocasiones he olvidado ponerlo a cargar en el ordenador, en aquella ocasión estaba totalmente seguro que cuando lo desperté de su base aparecía la leyenda 'batería cargada'. Lo intenté conectar de nuevo pero ya no fue posible, así que hice todo el recorrido sin conocer exactamente el ritmo ni la distancia. Por suerte era una ruta que conocía bien y podía ir calculando los kilómetros recorridos con poco margen de error. No tenía por qué aflorar la tragedia. No ese día. 

Cuando llegué a casa lo volví a acostar en su base de carga pero el dispositivo no era reconocido por el ordenador y me dije: tienes un problema. Extraño porque tan sólo llevaba con la nueva batería un año. Lógicamente, como hacemos todos, busqué las causas de la avería en Internet. 
Lógicamente, encontré averías y soluciones de todos los colores y en algún caso la avería -que no la solución- era similar a la de mi aparato. Lo reseteé siguiendo las instrucciones de la marca, pero el Forer continuaba dormido. Lo siguiente que hice fue pedir un RMA a Garmin, que me contestó en pocas horas dándome un presupuesto aproximado. Lo dejé estar y me fue de vacaciones. Lo meditaré en estos días, me dije. 
Y lo medité. Nada más llegar a casa ya había adoptado una decisión: buscaría en el mercado, otras marcas a ser posible y fue así como me topé con mi nueva adquisición, que llegará mañana y eso mereceré una nueva y floreciente entrada.
¿Que he hecho con los restos del mio, es decir, con el Forer bloqueado, la cinta cardíaca y demás accesorios? Puse un anuncio en Internet; y como no he sido particularmente lucrativo en el precio y he sido totalmente sincero con la situación en la que se encuentra el aparato, rápidamente alguien que necesitaba una cinta cardíaca -y probablemente, la intención de repararlo (hay gente manitas por ahí. No es mi caso)-, se ha hecho con él. 
El importe por él obtenido supone tan sólo un 22% de lo que cuesta el nuevo, pero estoy satisfecho con el trabajo realizado por el Forer en estos últimos años. Ha cumplido su misión sobradamente y lo considero plenamente amortizado. Además, no se ha ido dando un portazo.
¿Se van las personas, por qué no se iban a ir los aparatos? Todo tiene su ciclo, su principio y su final. Es algo que conviene entenderlo lo más antes posible.        

27 junio 2013

HABLAMOS DE CORRER, HABLAMOS DE TRAIL






Lo anuncié subrepticiamente. 'Habrá sorpresas en cuanto a material técnico' o algo así escribí en una entrada, en la que ensalzaba el placer de correr entre pinos y olivos. '¿Seré carne de trail?' Creo recordar que me pregunté también en una ocasión hace muy poco. Pues sí, ya se ha hecho realidad lo que intuía; ya he dado el primer paso -nunca mejor dicho- para hacer mi primera prueba de competición de trail running. Ya me ha llegado desde UK lo que necesitaba, lo más básico: unas zapas técnicas que pudieran permitirme introducirme en esta modalidad de carrera. Ya están aquí las míticas Brooks Cascadia -estas de las fotos son la versión 7. Acaba de salir la 8, que varían poco o casi nada-. Han venidos por pares. El otro para Juan Carlos Fernández, compañero de trabajo, corredor, dado también al monte y con el comparto la pasión por el correr y las películas frikis norteamericanas (y espero que también la música que yo escucho, en la que le estoy introduciendo poco a poco -Anathema es un buen comienzo-).
Unas zapas que se ajustan a lo que buscaba, que no es otra cosa que hacer trail running no demasiado técnico y que al mismo tiempo me sirvan para 'asfaltear' si fuera necesario. Además, estaba echando de menos algo así, porque le he tomado apego a los caminos y veredas de olivos y las zapas que tengo, aunque se defendían, no se encontraban cómodas en estos terrenos. La que más la Triumph; la que menos la Supernova, con la que eres candidato a acabar con un sonado esguince. 
La primera prueba competitiva, si las cosas no cambian y todo va bien será en mitad de agosto, en los días más típicos en los que la mayoría de la gente se tuesta en la playa y hace cola en el chiringuito para que le sirvan la paella encargada cuatro horas antes, yo estaré corriendo caminos y veredas por un lugar de de interior. Pero como no me gusta adelantar acontecimientos porque podrían no cumplirse, cuando llegue el momento contaré dónde correré.
Por tanto, ahí mezcladas con el follaje de las plantas, las Cascadia se encuentran a la espera de su debú, que si todo sale como preveo será mañana por una ruta algo pedregosa entre olivos, pero también tocando asfalto, a ver cómo se portan.    

06 junio 2013

UNA PAREJA DIABÓLICA


Esta pareja de aparatos de la fotografía es diabólica; genialmente diabólica. Juntos, y aplicados de manera correcta, son imprescindibles para el corredor que se precie.
Como decía no hace mucho, decidí comprarlos. Uno -el aparato ultrasonidos- es bastante caro; el otro -la lámpara de infrarrojos- bastante barato, pero ambos son muy precisos para cuando andamos renqueantes por mor de alguna lesión o indicio de lesión. Incluso como medida de prevención. 
Comprendí enseguida que mis puntos flacos anatómicos son los gemelos. Será por genética o por los deportes que he practicado con anterioridad, pero los tengo muy desarrollados y la musculatura de ambos gemelos -mas que ambos sóleos- se me contracturan con facilidad. Esa es mi vulnerabilidad, igual que para otros corredores lo son sus isquios o sus rodillas. 
Comprobé que de todos los tratamientos recibidos por profesionales, la electroterapia (tens de masaje), los ultrasonidos, el frío y el calor a través de luz de infrarrojos han sido muy efectivos y son los que me han permitido recuperarme y seguir corriendo con normalidad; eso y el conveniente reposo. Así que progresivamente, me fui haciendo de cada cosa que me beneficiaba. 
Porque a estas alturas ya conozco cuando una lesión comienza a ser incipiente y sé cuando he de parar.
Lo presentí el otro día en la prueba de Órgiva -recién salido de una lesión por microrrotura fibrilar en el gemelo interno derecho-. Debido básicamente a la experimentación en la técnica de carrera -en la que seguiré porfiando-, cargué demasiado los gemelos. Fueron días de entrenamiento en subida y, para colmo, la subida de la prueba de Órgiva. Sabía que ese dolor que experimentaba -sobre todo en el gemelo derecho- iba a acabar en lesión si no hacía algo, como siempre ha ocurrido.
Pero vinieron unos días minifestivos en Granada y opté por salir de la ciudad aprovechando que se celebraban las fiestas del Corpus. En esos días, lógicamente, no corrí, pero aún así, cuando andaba, percibía ese molesto dolor en el gemelo derecho. El izquierdo me dolió en Órgiva, pero desapareció por completo a los pocos días. De manera, que cuando regresé a Granada comencé -ayer- a correr. Y para mi sorpresa e inquietud, seguían las molestias, pero de una manera extraña. En los primeros metros, sentí un inquietante pinchazo y eso determinó todo el entrenamiento de nueve kilómetros y pico. Bajé el ritmo. Al finalizar la sesión, volví a sentir otro pequeño pinchazo. Esos pinchazos breves siempre han sido la antesala de microrrotura fibrilar. No obstante, eso no me impidió acabar la ruta, pero llegué al coche algo cariacontecido. Tienes que programar un par de sesiones de ultrasonidos y infrarrojos, me dije. Y es lo que hice nada más acabar el entrenamiento. El día anterior había preparado otra y esa mejoría fue la que determinó que no me detuviera.  Y lo que esperaba se ha cumplido: hoy he vuelto a hacer la misma ruta, los pinchazos han desaparecido por completo y sintiéndome tan seguro y cómodo he apretado y he logrado hacer ¡25'' menos por kilómetro! con respecto ayer en idéntico circuito ¿Qué ha pasado? Muy fácil: en esos pocos días que he estado sin correr no he perdido un ápice de forma y con la confianza de no experimentar dolor, la sesión de entrenamiento ha salido rápida y redonda. Una importante culpa de que todo haya ido sobre ruedas, se debe a esos efectos positivos que generan en la musculatura esta pareja diabólica, que aconsejo a cualquier corredor.    
   

24 abril 2013

SAUCONY POWERGRID TRIUMPH 9: PRIMER TEST


Doce kilómetros han bastado para poder emitir un breve veredicto sobre el comportamiento de la que es, probablemente, una de las mejoras zapatillas del mercado: Saucony PowerGrid Triumph -la versión 9, en este caso-, tope de gama de la firma norteamericana. Pero no voy a referirme aquí a conceptos técnicos; esos son muy fácil de consultar en cualquier página especializada de Internet. Me referiré a mi primera experiencia con ella, que es lo que cuenta.
A primera vista -como indicaba en la entrada anterior- sorprende su perfil de talón 'bajo'. Esperas encontrar un talón más alto, ya que se trata de una zapatilla de horma neutra fuertemente amortiguada, pensada para corredores de peso medio y alto. Pero inmediatamente compruebas el motivo que ha llevado a Saucony a esa solución. Se trata de una solución sencilla pero muy ocurrente. Con la idea de que el corredor talonee lo menos posible y sea más eficaz su zancada, se ha dispuesto una buena parte de la amortiguación del talón 'incrustada' en la parte superior del mismo, en la parte no visible. De esa manera la parte del talón visible es más pequeña -para evitar el taloneo excesivo-, siendo la amortiguación igual de eficiente. Para imaginar gráficamente esta solución, pensemos en un iceberg, pero a la inversa. 
Esa solución técnica viene de perlas, no sólo para talonear mucho menos, sino para evitar ese molesto e ineficaz taloneo en las subidas, que provoca en el corredor un esfuerzo mayor al usar el talón como impulso, cuando tendría que ser la zona del antepié la que impulsara la zancada y poder subir de manera más efectiva. Lo comentábamos Juan Carlos y yo en la pronunciada subida de la zona de 'Los Cortijos' en dirección a Caparacena. Hemos detectado que la subida era mucho más técnica al no existir apenas taloneo, así como más solvente.
Otro aspecto que es muy apreciable es el poco peso -tan sólo 309 gramos- de la zapatilla para la enorme amortiguación que tiene. Realmente se experimenta una sensación muy agradable al apreciar tan fuerte amortiguación a pesar de sentirla tan ligera. La amortiguación es también fabulosa en la zona del antepié.
Otro aspecto a destacar es la transición perfecta entre el antepié y el talón. No ocurre así en otras zapatillas, en las que observas una mayor torpeza en esa transición, provocando a veces algún desagradable doblez en la zona de los cordones. No es así en esta zapatilla. 
Por cierto, es fenomenal el cordonaje que trae esta zapatilla. Su cordón plano da la sensación que jamás se va a desatar. 
Por tanto, he de decir que su adquisición ha merecido la pena y a un precio más que competitivo.

23 abril 2013

ERAN NECESARIAS

Si de lo que se trata es de hacer un buen número de kilómetros en primavera y en verano eran necesarias. Son de sobra conocidas por cualquier corredor de fondo que se precie y no necesitan apenas presentación; pero aún así las presento: 




Se trata de la versión 9 de las ya míticas Saucony PowerGrid Triumph, la gama alta de la firma americana, probablemente una de las zapas que menos defraude a propios y a extraños. Recién llegadas de la Pérfida Albión. 
Tuve hace unos años la Triumph 4, y después la versión 7, de idéntico color a las que ahora he adquirido, si bien Saucony ha ido versionándola y mejorándola (ahora acaba de salir la versión 10)  hasta conseguir hacer una zapatilla neutra prácticamente perfecta. Y gracias a que con éstas me fue muy bien, he vuelto a confiar en este modelo.
Se comenta que Saucony se ha inspirado en la que se dice fue su mejor versión -la 4- y a partir de ella ha construido la 9, apreciándose a primera vista -aún no he corrido con ella- su talón más estilizado y algo más bajo para evitar un taloneo excesivo, al tiempo que asegura una mejor amortiguación porque como es propio en la alta gama de todas las marcas, la amortiguación está muy cuidada. 
También se han esmerado mucho en la amortiguación del antepié y han mostrado mucho  interés en los corredores que suelan utilizar plantillas para correr, al ofrecer una horma generosa y lo suficientemente amplia para que entre cualquier tipo de plantilla. Todo en ella inspira confianza y una depurada técnica, no se deja nada a la improvisación.
Al parecer -ya digo, aún no las he probado- su amortiguación no es tan dura como la de las versiones anteriores, sin que eso significa que pierda un ápice de efectividad,  lo que hace de esta zapatilla un modelo idóneo para corredores neutros y supinadores leves que pesen entre 70 y 100 kilogramos de peso. En mi caso, que estoy en torno al peso medio, se convierte en una zapatilla ideal para rodar en los entrenos a ritmos inferiores a los 5' el mil o, incluso, a ritmos inferiores de 4'30'' el mil en competición. Rodar por encima de los 5' el mil tampoco se convierte en un problema para esta zapatilla.
Dudé entre ésta y la nueva versión de la Ride. Poseo la Ride 3, que es una zapatilla excelente; ideal para series, competición hasta media maratón y rodajes rápidos. Sin embargo, hay que decir que cuando se superan los 50 kilómetros a la semana, el cuerpo y las piernas piden algo más amortiguado. Tengo, recién entrenadas la Supernova Glide 3, algo más idónea para altos kilometrajes que la Ride 3, pero aún así, para una mayor carga de kilómetros es mucho más efectiva y fiable la recién adquirida.
Insisto siempre a quien me pregunta y me pide opinión que opten siempre por una buena amortiguación. Al menos una amortiguación idónea para su peso corporal y que no se dejen impresionar por las voladoras que es un concepto de zapatilla para corredores muy concretos: gente con muy poco peso y que rueden a ritmos por debajo de los 4 el mil en competición. Además, es muy importante también que siempre posean varios pares de zapatillas, porque sólo de esa forma se puede optar por zapatillas algo más ligeras para entrenamientos de calidad o competición, por la sencilla razón de que en ambos casos se trata de sesiones aisladas  -no diarias- y por lo general con poca carga de kilómetros. En cambio para el trabajo más rutinario y más o menos diario, nada como una buena amortiguación que nos proteja de las temidas lesiones.

También ha sido 'agraciado' con otro par de Triumph 9 Juan Carlos, mi último compañero de 'correrías'. Él, fanático de las Nimbus, confió en mi criterio y creo que no le voy a defraudar. Mañana o pasado lo veremos.           

11 abril 2013

REGRESO A LOS CAMINOS (OTRA VEZ)


Regresar a los caminos y retirarse. Dos caras de una misma moneda. El Yin y el Yang. Una parte importante de la 'Biblia' del corredor. 
Casi dos meses refugiado, esperando a que cierre la microrotura fibrilar en el gemelo interno izquierdo. Dos meses de paciencia hagiográfica, alternando las largas caminatas, con la MTB, las sesiones de elongamiento, las sesiones de abdominales, las sesiones de fisio. O sea, nada ocioso. Porque de lo que se trata es de hacer todo lo posible para comenzar a correr de nuevo. Y sí, ya estoy corriendo de nuevo. Cuatro sesiones suaves ya cumplidas, con un total de 36 kilómetros -el último con mi compañero de trabajo Juan Carlos Alvarez, por la zona del Pantano del Cubillas-. Y todo bien. Bastante bien. 
Y de cada sesión saco consecuencias positivas y nuevas experiencias; de cada lesión aprendo. Principalmente, intento aprender a no lesionarme de la misma manera; a afinar una vez más el oído para escuchar al cuerpo, a no forzar cuando se enciende alguna luz roja, a aprender a entrenar descansando, a admitir que el cuerpo -como las máquinas- se desgasta por el mero paso del tiempo y la actividad. Y un largo etcétera. Hay que cuidarse al máximo, hay que prevenir.
De esta nueva etapa, además, me he interesado por las nuevas tecnologías que la industria de la fisioterapia pone a nuestra disposición. Información que adquieres cuando acudes a las sesiones de fisioterapia, aparatos que ves, por los que preguntas y sobre los que descubres que también el mercado dispone de ellos para el ámbito doméstico.

A lo ya adquirido hace tiempo -electroestimulador Compex- como ya anuncié aquí, se une una lámpara infrarrojos, que debería de estar en la casa de todo corredor. La luz de infrarrojos ayuda a la recuperación; una vez aplicada la crioterapia inicial, el efecto calor de este tipo de foco, ayuda a acelerar la recuperación, toda vez que la alta temperatura provoca una penetración a través del tejido de la piel produciendo, entre otros muchos, un efecto anticontracturante y ayudando a bajar la inflamación si la hay; además produce un mayor y mejor crecimiento celular. 
Lógicamente, hay que tomar medidas en la aplicación local, pero todas las lámparas -que además son económicas- vienen con las instrucciones precisas para su uso, que es fácil y cómodo. 

También he adquirido algo más sofisticado y que está comenzando a penetrar en el ámbito doméstico. Se trata de un aparato de ultrasonidos portátil. Lo suelen usar mucho los fisios en las lesiones y es muy efectivo para una enorme cantidad de dolencias y lesiones, que van desde la ciática hasta las contracturas, pasando por la tendinitis, epicondolitis, lumbalgia, artrosis y un largo etcétera. También tiene programas relacionados con la estética y el cuidado de la piel, pertenecientes al moderno campo de la cavitación. Es un producto, aún, algo caro. Lógicamente bajará de precio cuando forme parte de la electrónica de consumo, pero eso no es probable que ocurra en mucho tiempo, como no está ocurriendo con los electroestimuladores de calidad.        
Lógicamente, no pretendo montar en mi domicilio una consultar de fisioterapia, entre otras cosas porque no poseo esa titulación y tengo otra profesión muy distinta; ni tan siquiera una de quiromasaje. Además, hay excelentes fisios que hacen su trabajo muy bien (¡qué haríamos sin ellos!). 
Tampoco sustituir las seguras sesiones de fisio que tendré que asumir en el futuro, nada de eso, pero sí procurar una prevención y una más pronta recuperación si vuelvo a lesionarme, que seguramente ocurrirá tarde o temprano. 
La tecnología doméstica al servicio del corredor aficionado. Y eso suena bien.    

19 julio 2012

UNA HISTORIA SOBRENATURAL

En Cuento de Navidad, de Charles Dickens, Marley estaba muerto...de eso estaba seguro Ebenezer Scrooge, tanto como yo lo estaba de ese amigo metafórico al que despedí. Lógicamente, me refiero al Forerunner 305. Pero como en el mítico cuento o como si se tratara de una especie de Lázaro bíblico, ha vuelto a la vida. Y, claro, como todas las historias sobrenaturales, aquí también hay historia. 


Perjuré y me quedé a un milímetro de pulsar la tecla de "comprar" el Forerunner 910, como ya dije, influenciado por opiniones en foros y los consejos de Alfredo, que razón no le faltaba: el 910 es el único que muestra los dígitos de igual tamaño que el 305 o 310. Así que había que descartar toda la familia intermedia: 405, 410, 610, por pequeñines. Estaba claro que yo necesito números grandes para ver los datos mientras corro. En primer lugar, porque en la vida ordinaria para ver esos datos -o para escribir ésto- necesito gafas; en segundo lugar, porque para correr no uso gafas. Así que estaba claro que el único tamaño posible, además del 305 y el 310 era el 910. Descartado todo lo demás. 
Decidido al cambio, incluso, puse un anuncio en un portal de anuncios gratuitos -que debe de estar por ahí dando vueltas- y generó expectación. De hecho, me llamó un corredor muy interesado por el aparato. Tanto interés me puso en guardia y comencé a esbozar la idea de que a lo mejor no era buena idea desprenderme de este aparato sin batería por unos cuántos euros. Me llamó Antonio (del grupo de Las Verdes) y se ofreció a "operarlo", que ya tenía alguna experiencia con un 405 de Víctor. Le dije que si no encontraba otra opción así lo haríamos. Mientras tanto, Garmin, me había dado presupuesto para ponerle la batería. Y, entonces, descubrí casi por casualidad un comentario cualificado de alguien que afirmaba que lo que hacía Garmin era darte uno nuevo aunque no te lo dijeran expresamente. Volví a pedir nuevo presupuesto a Garmin y el RMA y me dieron un precio algo menor -será por la crisis, pensé-; así que se lo envíe por paquetería urgente. Cuanto tardarán en arreglarlo -les pregunte-. Unos quince días -me dijo un empleado con un acento catalán muy marcado (Garmin está en Badalona)-. Mi sorpresa fue mayúscula cuando al día siguiente me llega un paquete de Garmin, comprobando que no lo habían arreglado: me habían enviado otro 305 totalmente nuevo, con factura incluida. Era cierto, por tanto, ese comentario que leí en algún lugar de la red. 
Y, ahora, estoy satisfecho por la decisión tomada. Un 305 nuevo, idéntico al otro, pero más rápido en captar los satélites y a un precio más que razonable, además ya no es fácil encontrarlo porque está descatalogado. Al menos, tengo aparato para los dos próximos dos años y medio. Para entonces, el mercado nos dirá que nuevos aparatos habrá y se podrá optar por el 910 a un precio mucho más barato. O, sencillamente, al ritmo que va España, ya no habrá mercado y volveremos a ser ese país pobre que fuimos, en el que nadie tenía este tipo de gadgets y los conocíamos porque existían en otros países más desarrollados.       

07 julio 2012

PROBANDO MEDIAS COMPRESORAS


Este producto tuvo hace años una introducción tímida entre los corredores. Todo lo que se apartara de la ortodoxia de los calcetines técnicos bajos era temerario y mal visto en un mundo que, inicialmente, es cerrado a cambios. Y digo inicialmente porque la práctica, la comodidad, la posibilidad de evitar lesiones y otras cualidades diversas hacen que los corredores vayamos comprometiéndonos con nuevos productos y si el color es chillón y destemplado mucho mejor. 
Decía, que las medias de compresión tuvieron una entrada lenta -pero favorecida por la irrupción del triatlón y del trail- y fueron marcas como Medilast y otras poco conocidas y no dedicadas al running en exclusiva las que fueron proponiendo productos y haciéndolas probar a atletas de élite; y, queda claro, que la opinión de éstos fue determinante para los populares. 
Acabo de adquirir las famosas, valoradas y de moda medias de compresión de la marca Compressport y haciendo recuento, es la quinta marca que adquiero. Pero no todo lo que he tenido, en puridad, se puede calificar como "media de compresión" en sentido técnico porque la media de compresión aceptada unánimemente por los corredores suele ser la que no tiene calcetín. 
Me compré hace años unas medias Nike de compresión con calcetín, pero las abandoné casi inmediatamente -aunque aún las conservo, porque soy un nostálgico del material técnico que he tenido- por varios motivos: porque no calculé bien la talla, porque el calcetín era una birria, porque costaba un mundo ponértela y quitártela y porque se me ocurrió estrenarlas un día lluvioso y se llenaron de lodo y barro imborrable; posteriormente me compré la media compresora de calcetín de la marca Medilast de color blanco, porque era casi lo único que existía en el mercado, y a pesar de que comprime muy bien el gemelo y el soleo, el calcetín era manifiestamente mejorable e, igualmente, costaba un mundo ponerla y quitarla. La conservo y la usé, creo recordar en la última prueba de Alhama y siempre ha sido necesario sobreponer un calcetín técnico. Al poco compre la auténtica media de compresión de esta misma marca en color rojo y blanco y es otra historia. Es la que he estado utilizando de manera más continúa y ya se está haciendo trizas. Es excelente; la tercera media de compresión que compré fue la famosa media de neopreno de la marca 2XU, pero como a la mayoría de los corredores les ocurre, no me ofrece buenas sensaciones y se me suele quedar señalada la cintilla de cierre junto a la rodilla. Las utilizo y las utilizaré, pero me temo que cada vez menos. Sin embargo, he de decir que tiene calidad y comprime bien; no hace mucho compré unas medias de compresión con calcetín de Saucony en color negro, que pedí a una tienda inglesa especializada en running junto a las Saucony Rider 3. Pensé que volvía a caer en el error de comprar una media con calcetín, pero la respuesta de este producto es fantástico, tanto en el rendimiento como en la facilidad de poner y quitar. Además, el calcetín está reforzado y es técnico. Un acierto; y finalmente, hace unos días compré las medias de compresión de la marca más valorada actualmente: Compressport, aconsejado por varios corredores amigos (Javi, Alfredo..) y por infinidad de opiniones en foros especializados. Opté por el color azul. La  primera experiencia con ellas en el entrenamiento del pasado viernes fue muy buena ya que cumple con la función que ha de tener este producto: sujeción y compresión de gemelos y soleo y que al mismo tiempo no impidan correr; es decir, que la sensación sea no tenerlas puestas. 
No hay que esperar otra cosa de estas medias o de otras que no sea la ayuda a evitar lesiones indeseadas en gemelo y soleo y que favorezca la circulación y el retorno venoso sin que sea necesario estrangular tendones y venas. De hecho, su material técnico evita ese estrangulamiento. Es muy importante elegir muy bien la talla, pero no es difícil elegirla, principalmente, en cuanto al grosor del gemelo ya que el largo, siendo importante, es por lo general adaptable a cualquier pantorrilla. Un talla de menos puede provocar estrangulamiento y una de más evitaría cumplir con su función de compresión y sujeción. 
Yo que parezco muchos problemas de gemelos y soleo -sobre todo microrroturas- ya no suelo rodar sin medias de compresión, ni tan siquiera para rodajes cortos y suaves. 

UN NUEVO PROYECTO ARRIESGADO

  Tras acabar mis dos últimas novelas, Donde los hombres íntegros y Mi lugar en estos mundos , procesos ambos que me han llevado años, si en...