29 enero 2017

CINE: THE PROGRAM (EL ÍDOLO) UK, 2015


Resultado de imagen de THE PROGRAMLa película 'The program" (El ídolo) dirigida por Stephen Frears, me ha parecido interesante. No cuenta con la calidad de otras que ha dirigido el buen director británico (The Queens,  Philomena), pero es una película acertada. Principalmente porque cuenta una historia que conocimos a través de los medios de comunicación generalistas y deportivos, pero no de primera mano. Se trata del continuado dopaje de la estrella del ciclismo Lance Armstrong, ganador de siete Tours consecutivos, dos más que Indurain. Una investigación llevada a cabo por los periodistas Pierre Ballester y David Walsh y que plasmaron en un libro. Una hazaña deportiva que sorprendió al mundo entero, sobre todo porque el ciclista norteamericano venía de superar un cáncer de próstata con metástasis en el cerebro. Todo ello se convirtió en leyenda  y le encumbró a lo más alto del ciclismo mundial, incluso en su país, Estados Unidos, muy alejado de los grandes circuitos ciclistas europeos y que comenzó a conocer esto del Tour, el Giro y la Vuelta cuando otro americano, Greg Lemond, ganó el Tour en tres ocasiones antes que Lance. 

Pero un buen día Armstrong fue desposeído de sus siete Tours y su medalla olímpica  y otras pruebas de importancia. 
Eran los años en los que comenzó a destaparse el dopaje en ciclismo y que costó la muerte a varios ciclistas como es el lamentable caso de un genio del pedal como Pantani. 
Todo se volvió oscuro y borroso en este deporte y todo el mundo estaba bajo sospecha. Unos delataron, otros callaron, pero ya nada fue igual. Incluso Contador fue salpicado y desposeído de un Tour y suspendido durante un tiempo. Un Contador que aparece en la película, destacándose la rivalidad con su compañero de equipo en el Astana, Lance Armstrong, al que venció en el Tour de 2011, si no recuerdo mal. 

Lance quiso regresar después del dopaje, y una vez levantada la sanción, pero ya nada fue igual. Incluso tuvo un final triste y casi poético, cuando sufrió una caída en la desconocida población palentina de Antigüedad con ocasión de su participación en la Vuelta a Castilla y León en 2009, y donde se le erigió un monumento, tal y como vemos en la fotografía. 

La película cuenta todo de una manera un poco agolpada y precipitada. Son de ese tipo de películas que hubieran necesitado al menos dos horas y media y no se hubiera hecho para nada larga. No obstante, cuenta con la virtud de contar por dentro los pormenores de todo este feo asunto del dopaje en el que estaban implicados corredores, directores y médicos, como es el caso del italiano Michele Ferrari, padre del dopaje moderno y sofisticado.         

19 enero 2017

NO ES PAÍS PARA PERROS (IDEAL 19/1/2017)

NO ES PAÍS PARA PERROS

Por José Antonio Flores Vera

Realmente, en España ningún animal tiene motivos para sentirse a gusto. Pero hablemos del perro por ser, quizá, -junto al gato- el animal más cercano al humano. Lo está desde hace decenas de miles de años o quizá más, pero aún no hemos aprendido a respetarlo como es debido. Y si no lo hacemos con el can, nuestro amigo, nuestro compañero de viaje, poco o nada podemos decir del respeto a otros animales, en teoría, más lejanos a nosotros, a los que tan solo le damos un determinado rol, ya sea alimentarnos, trabajar para nosotros, usar su piel o maltratarlos en plazas o festejos, sin que sean estos actos excluyentes de otros.
La expresión más clara de esa falta de respeto al perro son el abandono y el comercio, circunstancias que están más relacionadas de lo que se supone. Dos caras de una misma moneda, de consecuencias indeseables.
            Los refugios en este país no suelen ser públicos, sino montados por asociaciones de particulares, que dedican su tiempo libre y su dinero para socorrer a perros y gatos abandonados. Además, no suelen contar con financiación estable alguna y rara vez obtienen subvenciones públicas. Por tanto, la única posibilidad de poder seguir subsistiendo es a través de donaciones de particulares, rifas, venta de almanaques, camisetas u otros objetos y poco más. Por su parte, las instalaciones tuteladas o financiadas por las Administraciones Públicas (básicamente diputaciones y ayuntamientos), suelen considerarse perreras, lugares también hacinados, pero no tanto como los refugios, toda vez que cada poco tiempo los perros y gatos allí residentes acaban siendo sacrificados si no son adoptados. Y ahí entroncamos con otro problema generador del abandono: la compra de perros de raza. Ese mercantilismo sin sentido es muy nocivo en varios sentidos: 1) No favorece la adopción de perros abandonados, por lo general, mestizos. 2) Se trata de una actividad que fomenta el maltrato animal al obligar a las hembras a reproducir constantemente y a los perros a aparearse de manera obligada, al margen de los signos de la naturaleza. Por tanto, contamos con otra asignatura pendiente en España -una más-: la eliminación del mercantilismo con perros de raza, gatos y otras especies animales, porque es amplio el catálogo con los que se comercia. También la caza es un fuerte factor generador de abandono de perros, cuando éstos, por su edad y desgaste, ya no pueden cumplir la misión que de ellos espera el cazador.

El abandono se está limitando o eliminando por completo en algunos países de nuestro entorno, más avanzados en este aspecto. Medidas como la limitación o prohibición del comercio, más otras como la esterilización de los animales, la persecución eficaz en cuanto a la obligatoriedad legal del chip identificativo, así como una política favorecedora de la adopción de perros abandonados por parte de los poderes públicos está conllevando el sacrificio cero de perros y gatos y la disminución o eliminación definitiva del abandono, tal como ya está ocurriendo en Holanda y Alemania. De hecho, una buena parte de los perros abandonados en nuestro país, acaban siendo adoptados por ciudadanos de Alemania, principalmente. En España, ya se están dando algunos pasos gracias a una mayor sensibilidad de las nuevas generaciones y la irrupción de opciones políticas emergentes, que cuentan con catálogos de derechos animales, pero el camino por recorrer está aún recién comenzado. De hecho, en el plano legal aún siguen considerándose cosa, encuadrándose dentro de lo que reza el artículo 333 del Código Civil al establecer  que: “Todas las cosas que son o pueden ser objeto de apropiación se consideran como bienes muebles o inmuebles”, a pesar de que el Tratado de Funcionamiento de la Unión Europa  en su artículo 13 reconoce a los animales como seres sintientes, es decir, seres vivos dotados de sensibilidad, y algunos Códigos Civiles de nuestro entorno (Francia, Austria, Alemania o Suiza, entre otros) ya han modificado el carácter de cosa dado a los animales, otorgándoles el significado de seres vivos dotados de sensibilidad. Porque estoy convencido que una sociedad que cuida a sus animales, evitando su sufrimiento, una sociedad que protege a sus seres más vulnerables, siempre será más avanzada y sostenible.

UN NUEVO PROYECTO ARRIESGADO

  Tras acabar mis dos últimas novelas, Donde los hombres íntegros y Mi lugar en estos mundos , procesos ambos que me han llevado años, si en...