16 septiembre 2012

XVII PRUEBA DE FONDO DE GUADIX (V MEDIA MARATÓN DEL MELOCOTÓN) 16/3/2012

Dicen que la cara es la imagen del alma. Sí, en este caso, es cierto.
Al poco de acabar, casi dramáticamente, la edición de 2012 de la Media Maratón del Melocotón, escuché una voz a mis espaldas 'no puedes ni con la bolsa'.  Era Francis Tovar, que razón no le faltaba. No podía ni con la bolsa. Ni, apenas, podía hablar, como pudo comprobar mi buen amigo Rafa Bootello, al que apenas le pude contestar cuando me saludó (disculpas, Rafa). La razón: un eventual corte de digestión muy malvado allá por el kilómetro 14 de carrera, que me dejó totalmente sin energía. Definitivamente: no es compatible el lechazo de Aranda de Duero y la Media de Guadix, si al menos no se deja un par de días de por medio. Y eso le vine a decir a mi Alter, cuando le rebasaba a duras penas sobre el kilómetro 11 de la prueba, a la altura de Purullena. 
Lo que sigo sin comprender es cómo he podido hacer siete kilómetros (los más duros de la prueba, en mi opinión) en estas condiciones. Debe ser el oficio, la voluntad, constancia, o una mezcla de todo. 
La decisión sabia, como bien dijo Francis, hubiera sido no correr esta prueba en estas condiciones, sin entrenar durante bastantes días y dejando el cuerpo y el alma al socaire del ocio que todas los viajes de placer conllevan. 
Pero era necesario correr porque este año no me he incorporado por lesión hasta la prueba de Alhama. Y el propósito es hacer las diez pruebas de rigor, como nos aconseja el club y la conciencia. Lo negativo es que esta prueba siempre coincida en los mismos argumentos, año tras año: vuelta de vacaciones y a los pocos días -sino al siguiente- la prueba. 
Porque la prueba de Guadix, la Media Maratón del Melocotón, es dura como pocas. Por lo general, los trazados de una Media Maratón en ruta suelen ser más benignos, pero ocurre que en Guadix se hace esta prueba como herencia de la antigua prueba de fondo, y el recorrido viene a ser el mismo. Un recorrido muy roto porque el terreno es así en esta zona de Granada. Además, ha hecho calor. Mucha calor, quizá, para las fechas en las que estamos. Hasta en pleno agosto hubo, probablemente, días más benignos. 
Por tanto, toda esa conjunción de circunstancias han convertido en lo personal a esta Media Maratón en, tal vez, la que mayor sufrimiento me ha insuflado, a excepción de la primera, aquella Media de Granada que hice en octubre de 2006, pero era otra historia. 

No obstante, la pretensión era correrla, acabarla, sin ningún tipo de consulta al cronómetro, que era lo de menos. Correrla en torno a los 5' el kilómetro, por lo que el objetivo está conseguido, que es lo que importa. Ya habrá tiempo, a partir de ahora, de preparar el cuerpo y la mente para las pruebas que nos esperan, porque el último trimestre del año siempre viene cargado de ellas, principalmente, los meses de octubre y noviembre. 
Un consejo -al que no soy dado a dar-: no hagáis esta prueba si pocos días antes antes habéis comido lechazo de Aranda o habéis descuidado durante una temporada el cuerpo y el alma (de corredor). 

3 comentarios:

  1. Este año preferi, ya que nos vimos, entregarme a la romería de nuestro pueblo aunque
    infinitamente más moderado que en nuestra juventud

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  2. Buenas tardes Jose Antonio, en primer lugar estás totalmente discurpado porque la mente estaba en otro sitio, yo tampoco estaba para tirar cohetes, ya que al igual el comentario que haces al llegar el km 14, me entró una pájara de escándalo, que casi me dieron ganas de pararme y terminarla andando, ya que el calor nos ha pasado factura, y ves a toda la gente adelantandote pues la verdad que pasas un calvario, que yo creo que la cornada de paquirri en Pozoblando es un esguince, con lo que pasé en la prueba, bueno que te recuperes pronto, y un saludo que yo creo que los corredores estamos hechos de otra paste como los toreros. de tu amigo Bootello.

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Sin tu comentario, todo esto tiene mucho menos sentido. Es cómo escribir en el desierto.

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